Tendencias, moda infantil otoño-invierno 2025-2026
La moda infantil O/I 2025-2026 llega con una mezcla vibrante de fantasía, funcionalidad y conciencia sostenible. Los grandes salones profesionales —con Pitti Bimbo celebrando su edición 100 y renovando formato— han marcado el pulso de la temporada, consolidando a Florencia y París como radares globales del sector. En este contexto, la propuesta para niño y niña apuesta por color, textura y tactilidad sin renunciar a la comodidad cotidiana.
En Playtime Paris, los informes de Fashion Snoops resumieron dos macro-ideas que atraviesan el guardarropa infantil: “Kinship”, con artesanía, naturalezas táctiles y un espíritu de conexión; y “Sumptuous”, que traduce la opulencia en materiales sensoriales, brillos controlados y siluetas con gesto. Estas direcciones aterrizan en prendas suaves pero expresivas —punto esponjoso, terciopelo, efectos acolchados— y en una paleta que alterna tonos joya (esmeralda, granate, zafiro) con neutros tierra.

En Pitti Bimbo 100, el nuevo recorrido editorial por “plazas” temáticas puso foco en la vida real de las familias: “play outdoor” y “super snow” impulsan parkas técnicas, acolchados ligeros, forros térmicos y accesorios inteligentes; mientras Kid’s Lab refuerza la investigación en materiales y procesos eco-éticos. La consecuencia es un armario que protege del clima, dura más y se ve bien en foto… y en el patio del cole. modemonline.com
El retorno al heritage también está muy presente. Los editores de Junior Style destacaron el guiño retro —del mod sesentero al boho setentero y el athleisure ochentero—, más cuadros tartán, rayas y detalles de sastrería “mini”. Este diálogo tradición-modernidad aparece en vestidos con cuellos y lazos marcados, chaquetas tipo college, pantalones amplios y faldas con vuelo; todo ello actualizado con tejidos elásticos y acabados easy-care.

La fiesta sigue viva en clave infantil: firmas icónicas del segmento “mini-me” llevan códigos adultos al tallaje kids (lentejuelas suaves, microlamés, bordados fotogénicos), pero con confort prioritario y proporciones aptas para jugar. La presencia de casas como Monnalisa en la edición 100 subraya esa elegancia divertida que conquista a niñas y tweens, con cápsulas temáticas y accesorios a juego.

Finalmente, la sostenibilidad es transversal: más algodón orgánico certificado, poliéster reciclado de alto rendimiento, forros down-free y prácticas de upcycling creativo. Además, se ven colecciones cápsula con trazabilidad reforzada y producciones de cercanía, respondiendo a familias que exigen transparencia sin renunciar al diseño. Para compradores y marcas, la clave del curso será combinar historias potentes (color, textura, estampado lúdico) con fits cómodos y materiales responsables, elevando el valor percibido sin disparar el precio.
En resumen: O/I 25-26 en infantil mezcla exploración sensorial y practicidad técnica; celebra lo retro con ojos nuevos; y convierte la responsabilidad ambiental en argumento de estilo. Quien invierta en tactilidad (punto, acolchado), color expresivo (joya + tierra), outerwear funcional y detalles artesanales tendrá un armario capaz de emocionar a los niños y convencer a los padres.